Fases de mi lluvia.

Cuando el vacío me impulsa hacia adelante
y un vértigo sombrío se apodera de mi,
apareces tú, soledad,
y por un instante
te quedas aquí.

Cuando vuelven tus brazos
y me abrazas
haces que quiera,
sin querer, mudarme,
cambiarme de casa.
Buscar mis sentidos.
Buscarme a mi sola, conmigo.

Llueve.
Bajito y al unísono, pero llueve.
Como quien quiere demostrar a la primavera
que ya es tarde para el otoño.

Como quien quiere creer que dos besos
tienen que darse necesariamente en la mejilla
o que no hay platos rotos
al final de una vajilla.

Llueve.
Tranquilo, sin prisas, pero llueve.
Como quien ve pasar las horas
desde las manijas de su reloj.

Como la velocidad de una moto
queriendo frenar.
Como una boca, reseca,
fundida en mentol.

Llueve.
Inquieto y mojado, pero llueve.
triste y calado, llueve.
Las cuatro estaciones del año, llueve.

Ha venido el Sol a Madrid
y aún así,
en mi calle de nubes,
llueve.
En mi corazón,
llueve.

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